domingo, 27 de enero de 2008

Y al octavo día, Dios hizo el rock


Menudo sábado interesante, el de ayer. ¡Y yo me lo quería perder! Cuánto me alegro de no haberlo hecho ... porque fue una tarde - noche de sábado alucinante ...

La verdad es que ésta ha sido una semana rara. Llevo toooda la semana fatal, con gripe, faringitis o algo similar (lo más probable, a falta de examen médico, es la faringitis, por aquello de que la tengo crónica y eso), con congestión nasal total, dolor de cabeza constante (y abrumador, además), incómoda y molesta tos, fiebre y una afonía bastante desagradable que ha pasado por todas sus fases: carraspeos, engravecimiento de la voz poco a poco, hasta acabar llegando a la fase de casi no oírseme y lo que se oía era voz de "hola, soy Manolo". Y todo ésto sin haber dejado de trabajar (imaginadme contestando al teléfono con voz de camionero) y sin haber podido ir siquiera al médico, ya que no había quién pudiera cubrirme el turno. Así que mis ganas de salir no andaban muy allá ... Pero acabé por hacerlo.

El caso es que desde hace un tiempo, mi amiga me estaba insistiendo en el plan que había para ayer. Os comento: se trataba de un concierto - fiesta con varios grupos en la sala Heineken de Madrid (antes sala Arena) para celebrar el 25 aniversario de la revista Heavy Rock. Ésto estaba previsto para el 22 de diciembre, pero por problemas de salud de uno de los componentes de Mägo de Oz (Jose, el vocalista, al que tuvieron que operar de urgencia ) el grupo cabeza de cartel, se aplazó hasta ayer 26 de enero. Y bueno, aunque en un principio no me apetecía nada ir por lo de mi ¿gripe?, al final acabé sacando la entrada el viernes, porque bueno, Mägo son Mägo y cualquier ocasión es buena para disfrutar de ellos en directo, y el resto del cartel sonaba bastante bien.
Así que nos plantamos en Madrid a las cinco de la tarde, con ganas de pasar un buen rato. Y, si obviamos el dolor de pies (juro que no me pondré botas para ir a un concierto nunca más) la cosa fue acojonante (perdonad que sea soez).

Abrieron las puertas a eso de las seis de la tarde y allá que entramos. Compramos unas botellitas de agua (mi garganta aún semi - afónica y reseca iba a necesitarlo) y nos colocamos en un buen lugar, junto a los técnicos de sonido, lo que nos dejaba ver bastante bien, ya que el escenario y, por ende, la mayoría de la gente, estaban abajo (eran como seis escalones de nada pero a las que somos de tamaño recortao nos hacen un mundo ...). Y esperamos.

A eso de las seis y media empezó ya el tema, con los discursitos y esas cosas, y apareció el primer grupo: Mägo de Oz (weeeee!!!) que comenzaron la fiesta con (nada más y nada menos) que diez temazos. Qué queréis que os diga, mi garganta no estaba muy allá, pero no pude evitar cantar y corear con todo el mundo ... aunque en un tono asequible para mi maltrecha voz, lo que es un tono muchíííísimo más bajo del que suelo emplear en los conciertos. En ese momento me acordé de Cebadilla, que sé que le encantan, y al que supuse currando, y cuando cerraron con "Molinos de viento" no pude evitar llamarle para que la escuchara, a ver si le levantaba un poco el ánimo. La lástima es que su móvil le falló y no le dejó escucharla entera ...

Después, empezararon a entregarse los premios Rockferendum 2006 a distinta gente de este mundillo, y empezaron con el que recogió Óscar, de Lujuria (que está quedadísimo, por cierto). Luego fueron intercalándose las actuaciones de los diferentes grupos con la entrega de premios y los discursillos de los presentadores y esas cosas, para abreviar.

El siguiente grupo en actuar fue Uzzhuaia, que fueron grupo revelación. La verdad es que no suenan mal, aunque oí algunos comentarios acerca de que eran un poco "blanditos", pero a mí sí me gustaron los cinco temas que tocaron.

Los siguientes en actuar fueron Panzer, grupo bastante más curtido que el anterior, y a los cuales se debe el título de este post, ya que es parte del estribillo del tema con el que abrieron su actuación, de cinco temas también. Al escucharlos, recordé la esencia del rock ...

A continuación vinieron los extremeños Sinkope, que también arrastraron a cantidad de seguidores (al igual que Mägo) y que suenan muy bien en directo (y eso que la acústica del local no es la mejor, la verdad es que perjudicó un poquito a todos los grupos). Pero lo cierto es que triunfaron, sí. Y lo apoteósico de su actuación vino con la quinta canción de su repertorio, que hicieron acompañados de un grande del panorama español: Sherpa, de Baron Rojo, que sigue manteniendo voz y espíritu, el jodío.

Y la última actuación para mí supuso todo un descubrimiento ... Un agradable descubrimiento con el que ampliar mi horizonte musical. Fueron los llanitos Bleed 77, provenientes de Gibraltar. Un grupo potente, con garra, con talento, que están intentando abrirse un hueco y que yo creo que lo conseguirán. Además vienen avalados por mis "mägos" ...

Así que empezamos la fiesta a eso de las seis de la tarde y la terminamos a eso de las once menos cuarto de la noche ... Y bien contenta que me iba yo a mi casa, con mi afonía un poco más marcada y charlando tranquilamente con mis amigas en el metro. Lo que me recuerda algo que me pasó en el metro y que, si hubiera sucedido unos días antes, quizá hubiera sido la anécdota del meme de la vergüenza ... Pero eso es otra historia ...

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