sábado, 15 de diciembre de 2007

Compras, dolor de pies ... ¡y mi recompensa!

Esta mañana, mi hermana y yo nos hemos levantado bien temprano para ser sábado (a las 9 ha sonado el despertador). La razón es que habíamos quedado a las 11 de la mañana en la Puerta del Sol con Paquita, nuestra vecina del camping y "co-artífice" de mi vestido de gala, para ir a Pontejos, a zascandilear por allí para ver si encontrábamos cosas interesantes para próximos proyectos. Y, sí, hemos encontrado cosas bastante chulas para futuros eventos tolkiendili, además de llevarme a casa una revista de punto de cruz con un cuadro super bonito de Gandalf y Sombragrís ... Pero bueno, tampoco ha sido mucho lo que me he llevado, porque ya volveremos un día con mi madre, a ver si consigo sacarle algo (es explotación maternal, lo sé, pero qué queréis ...), además de que enfrente de la tienda donde hemos estado hay una hiper grande de telas de todo tipo, que no nos ha dado tiempo a ver, pero que está en mi agenda.

Después de eso nos hemos dirigido a la Plaza Mayor, porque mi hermana se ha antojado de un bocata de calamares y hemos echo un "segundo desayuno". Eso sí, nada que ver con los estupendos segundos desayunos propios de los hobbits. El nuestro ha sido un segundo desayuno más bien frugal, sobre todo el mío: un colacao he tomado (lo cual no deja de ser motivo de alegría para mí, ya que desde el lunes no había tomado nada de leche por prescripción médica debido a la gastroenteritis), mientras que mis acompañantes han tomado sendos bocatas de calamares con café con leche una y zumo de naranja la otra.

A continuación hemos decidido seguir con nuestras compras navideñas, ya solas mi hermana y yo, y hemos dirigido nuestros pasos a la FNAC, de donde nos hemos ido bien servidas. Hemos parado en la planta de DVD's, donde mi hermana me ha comprado mi regalo de reyes ("300", edición especial en caja metálica), en la planta de música (donde han sido servidos mi madre y hermano) y en la planta de libros, que era mi destino deseado. Allí he buscado la edición del 70 aniversario de "El Hobbit" (que voy a autoregalarme por reyes, por que yo lo valgo XD), pero, para mi desgracia, no había. De hecho, ni siquiera la habían recibido, según me ha informado la chica amablemente. Así que me he puesto a buscar algo con lo que calmar mi decepción y lo he encontrado: la edición de Minotauro que auna "Egidio, el granjero de Ham / Hoja de Niggle / El herrero de Wootton Major". Y con ésto, me he ido un poco más contenta (además me han regalado un pqeueño calendario para el 2008 muy chulo).

Después he convencido a mi hermana de que nos acercáramos a la Casa del Libro, a ver si allí había más suerte ... pero no, no la hubo. Allí estaba agotado, aunque me dijeron que la semana próxima traerían más. Y a la salida, hemos decidido a quedarnos a ver la actuación de Cortilandia, ese espectáculo navideño con muñecos (o similares) cantando que monta el Corte Inglés todos los años (y que durante años ha sido casi "tradicional" ir a ver en mi familia con todos lo críos). Así que allí tendríais que habernos visto a mi hermana y a mí, cantando la canción ... "Cortilandia, Cortilandia, vamos todos a cantar, alegría en estas fechas porque ya es Navidad, ...", recordando antiguos días de infancia.

Total, que era tardísimo y nosotras sin comer. Y, finalmente, hemos decidido parar a comer en Gino's (qué pizza, mamma mí) y continuar más tarde. Después de comer hemos seguido trasteando por el centro comercial, buscando regalos para mi padre y mi hermano. El segundo está ya hecho, pero mi padre no. Y eso que íbamos buscando algo super curioso que nos ha comentado Paquita y nos ha hecho gracia: una especie de rollo de papel higiénico pero con sudokus, que hemos dado en llamar "sudoku higiénico", pero que, desafortunadamente, no hemos encontrado.

Después hemos parado en la sección de música (yo buscaba algo que no he encontrado). Y, finalmente, en la sección de libros, a ver si por un casual encontraba allí "mi tessoro". Y, ¡oh, sorpresa! ... Allí estaba, sobresaliendo entre todos los demás libros alredor, mi tesoro, aquello por lo que yo había ido a Madrid de compras ... Reconozco que en ese momento se me ha caído la baba ... He cogido el ejemplar de muestra que estaba allí, le he quitado la tapa de su caja de madera y he admirado su portada ... Reconozco que no he sido capaz de sacarlo y hojearlo ... es algo que quiero hacer tranquilamente y en la intimidad, siguiendo los mismos rituales que sigo siempre que compro un libro: acariciarlo, sentir el tacto en mis dedos, olerlo, ... Llamadme rara si queréis, pero me encanta hacerlo, para mí es un momento mágico ... Así que he vuelto a ponerlo en su sitio, no sin antes coger ¡el último ejemplar que quedaba en la estantería! En ese momento una señorita me ha preguntado amablemente si me podía ayudar y yo, con mi cara de emoción, mi sonrisa de oreja a oreja y mis ojos brillando le he dicho que ya había encontrado lo que había ido a buscar ... Mi tesoro ... Así que lo he pagado y le he pedido que me lo envolviera para regalo, que aunque es para mí misma, la emoción de desenvolver algo el día de reyes me sigue encantando.

Así que ya veis ... mi día de compras, a pesar del cansancio ha merecido la pena ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece muy bien que menciones a Paqui como co-artífice de tu precioso vestido, ya que se lo merece. ¿Pero era necesario poner que me antojé un bocadillo de calamares? Por favor, eso queda para la intimidad jajajaja