viernes, 28 de diciembre de 2007

Último día

¡Último día! ... Esa ha sido la frase que más veces he oído hoy en mi lugar de trabajo, pronunciada po los (pocos) que no han tenido la fortuna de coger vacaciones por Navidad, entre suspiros, sonrisas o francas risas que demuestran abiertamente la felicidad (o algo así) que hoy les embarga (nos embarga) a todos.

Supongo que será porque para todos ellos supone el fin de un largo y arduo año de duro trabajo, con todos sus esfuerzos, sus desvelos y sus salidas a las mil de la oficina (algunos de ellos). Pero también habrán tenido sus momentos de satisfacción y el regustillo dulce ese que te deja el saber que has hecho las cosas bien.

El caso es que la felicidad está en el ambiente, en el aire, como una suave neblina que embellece el paisaje o una refrescante brisa fresca en pleno calor estival. Y, la verdad, es contagioso.
Antonio (mi compañero), el vigilante de seguridad, está francamente contento de que ya no haya que volver hasta el día dos de enero, máxime teniendo en cuenta que le tocó guardia nocturna en Nochebuena y Navidad. Está deseando que se lleguen las seis y media de la tarde ... Y mientras espera, silbando o canturreando sin parar (es como un hilo musical andante, está así a diario), se rompe la cabeza pensando qué preparará para la cena de Nochevieja, ya que él es el "cocinilla" (textualmente).

Javi, el chico de mensajería (que por cierto, es clavadito a Jesús Cifuentes pero con gafas), espera ansiosamente también su hora de salida, harto de llevar, arriba y abajo, cajas, paquetes, ... y las dichosas cestas de Navidad, que aún siguen llegando (¡está desesperado con las cestas!). "Tengo las mismas ganas de currar que de morirme", ha dicho hace un rato.

Y yo, ... para qué contaros como estoy yo ... Cuando se lleguen las ocho y me quite el uniforme color pitufo que llevo, casi ni me creeré que hasta dentro de cinco no tengo que volver ... Es que esta "semana" de tres días para mí ha sido agotadora, no por el volumen de trabajo (porque como ya he dicho, casi todos estaban de vacaciones), sino por las doce horas diarias con el culo plantado en mi silla delante del ordenador y del teléfono (creo que se me ha puesto el culo cuadrado XD). Supongo que algunos dirán que no es para tanto porque su jornada laboral sea similar a esa, pero es que en estos tres días he hecho el equivalente a nueve días de trabajo ... es decir, mis tres días y otros seis más. Pero alguien tenía que cubrir a Stefani, mi compañera de la mañana, ... y así me "aseguro" no sólo un dinerillo extra (que, por poco que sea, no me viene precisamente mal) sino también el que tenga algo más de facilidad para que me den días de vacaciones en un tiempo no muy lejano (léase futuras merith primaverales, por ejemplo, jeje). Así que no me quejo mucho, ya que decidí hacerlo yo (pude haberme negado), pero eso no quita que esté agotada y que piense recuperar mis horas de sueño ...

Así que ya sabéis por qué estaba esto sin actualizar. Entre ésto, y que la Nochebuena la pasamos fuera, pues no he podido escribir nada ... Y creo que será igual hasta Año Nuevo, así que ...

Bueno, ya sólo me queda desearos a todos una feliz salida y entrada de año.

Que el Año Nuevo os traiga el cumplimiento de todos vuestros proyectos, sueños e ilusiones. Que seáis todo lo felices que podáis y ... ¡que no os atragantéis con las uvas!

Nos vemos al año que viene.

¡OS QUIERO!

P.D: por cierto, a pesar de que son más de las diez y media de la noche, esto lo escribí a eso de las doce y media de la mañana ... y no me apetecía nada cambiarlo, jeje.

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