viernes, 7 de diciembre de 2007

Vaya día ...

Como dirían algunos, por fin es viernes. La verdad es que últimamente me da un poco igual que sea viernes, que miércoles o que domingo. Los fines de semana ya no son lo que eran. Quizás yo ya no soy la que era y por eso los fines de semana han cambiado para mí. Otra vez es viernes y, otra vez, estoy en casa. La verdad es que desde que empecé el trabajo nuevo, no me apetece nada salir el viernes, sólo llegar a la calidez de casa y encerrarme en ella, tirarme en el sofá a ver la televisión o sentarme frente al ordenador tranquilamente a charlar por el msn o investigar por ahí. Pero salir, eso sí que no, de ninguna manera. Y mira que mi trabajo no es estresante y los viernes aún menos que el resto de la semana, pero ... no sé, me tira para atrás lo de llegar a las nueve y media a casa y pensar en volver a salir a la calle y más con este frío.

Así que aquí estoy, un viernes más. Y eso que hoy no ha sido un viernes "normal". Quizá por eso hoy me apetece aún menos hacer algo. Hoy he trabajado de mañana y, además, la jornada completa. Llevo fatal lo de madrugar, soy muy dormilona, así que cuando ha venido mi padre a despertarme a las seis, os podéis imaginar cómo me ha sentado. Y cuando cinco minutos después ha sonado el despertador, me han entrado ganas de estamparlo contra la pared o algo similar. Pero no lo he hecho. Además al rato se ha levantado mi madre a prepararme un bocadillo para almorzar (si es que es una santa, la mujer) y me ha metido prisa. Total, que me he levantado, aseado, vestido y maquillado (cosa que, si ya me gusta poco, imaginaos a las seis y media de la mañana), y a las siete menos cuarto he desayunado una jarra de leche con colacao porque no me entraba nada más, para a las siete menos diez ir al cercanías, que he cogido a las siete en punto. A las siete y media pasadas estaba cogiendo el bus en Avenida de América y quince minutos después llegaba al trabajo (quién me mandaría ofrecerme voluntaria para hacer la sustitución en la otra delegación ...). Así que he llegado, me he calzado el uniforme y he plantado mi hermoso trasero en la silla delante del ordenador, de donde no me he movido en ocho horas nada más que una vez cinco pasos más allá a por un vaso de agua. Y todo esto para, en toda la jornada, recibir a dos mensajeros que han traido dos sobres, dos cajas y un paquete y cuyos destinatarios, además, no estaban. Si es que realmente aún no entiendo que hacían aquellos ocho allí ... ¿No podían haberse ido de puente, como el resto de compañeros? En fin, que eso es lo único que he trabajado en todo el santo día; y el resto del tiempo, lo he matado jugando al solitario, al solitario spider, visitando algunas páginas de internet, buscando una página de juegos en red que no estuviera bloqueada (la he encontrado), leyendo e, incluso, escribiendo algo en mi pequeño cuaderno. Y de todo ello he acabado hasta las narices. Vamos, aburrimiento total. Y todo ello aderezado con un hambre feroz que ha hecho que, desde las diez de la mañana, haya tenido que poner en juego todo mi autocontrol para no lanzarme a por el bocadillo que me puso mi madre y al que he conseguido mantener entero hasta las dos. Y a las dos no he podido resistirlo más y me lo he comido. A la media hora estaba hambrienta otra vez. Y no había más posibilidad de comer nada hasta que llegara a casa, y eso ha sido a las cinco y media de la tarde ... hora a la que, la verdad, no me entraba nada, así que me he conformado con un yogur. Y con un yogur estoy desde entonces y son más de las diez.

Así que visto el día, lo único que me apetecía era quedarme en casa y doy gracias a que nadie me haya llamado para salir ... Mañana será otro día y ya veremos que hago ... Porque la verdad es que el plan de ir a la cena de Númenor y posteriores actividades me llama muchísimo y hay varias razones para hacerlo, entre ellas las "amenazas" y "chantajes" recibidos vía telefónica de mi prima y Balin (y no me gustaría ver a un enano cabreado) amén de aquellos integrantes de Hammo, quienes no se han puesto al teléfono, a los que quería reclutar mi prima. Además también han avisado de que seguramente fuera y, para terminar de redondearlo (si es que me quieren liar) hasta puede venirse mi amiga también ... Vamos, que me da que no me escapo ni con alas de ésta ... aunque tampoco me quiero escapar, porque me apetece mucho. No sé, mañana ya veré. Hablaré con mi amiga por si le apetece y luego con mi prima para confirmar si voy o no ... aunque me da miedo el no por la "amenaza" velada de Balin ... ¡Si es que casi que depende de ello mi entrada en Hammo!

Pero bueno, ya se verá. De momento, creo que voy a cenar, que me muero de hambre, ahora sí, y luego a dormir, que mi cama me está pegando unas voces ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amooool!! Nevcesito tu dirección para agregarte al blog y que puedas publicar :D:D Dime cuál es y en menos dos te agrego!!

MUAKSSS